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Argonáuticas 2.0

Detectivismo Literario

Plots are for dead people, pore-face

lunes, enero 21, 2008

Este es un post rescatado de la antigua fase de argonáuticas, como se rescatan los buenos recuerdos. Comienza así:

First, try to be something, anything, else. A movie star/astronaut. A movie star/ missionary. A movie star/kindergarten teacher. President of the World. Fail miserably. It is best if you fail at an early age - say, 14. Early, critical disillusionment is necessary so that at 15 you can write long haiku sequences about thwarted desire. It is a pond, a cherry blossom, a wind brushing against sparrow wing leaving for mountain. Count the syllables. Show it to your mom. She is tough and practical. She has a son in Vietnam and a husband who may be having an affair. She believes in wearing brown because it hides spots. She'll look briefly at your writing then back up at you with a face blank as a doughnut. She'll say: ''How about emptying the dishwasher?'' Look away. Shove the forks in the fork drawer. Accidentally break one of the freebie gas station glasses. This is the required pain and suffering. This is only for starters.

In your high school English class look at Mr. Killian's face. Decide faces are important. Write a villanelle about pores. Struggle. Write a sonnet. Count the syllables: 9, 10, 11, 13. Decide to experiment with fiction. Here you don't have to count syllables. Write a short story about an elderly man and woman who accidentally shoot each other in the head, the result of an inexplicable malfunction of a shotgun which appears mysteriously in their living room one night. Give it to Mr. Killian as your final project. When you get it back, he has written on it: ''Some of your images are quite nice, but you have no sense of plot.'' When you are home, in the privacy of your own room, faintly scrawl in pencil beneath his black- inked comments: ''Plots are for dead people, pore-face.''

Lo que en una traducción algo salvaje diría más o menos lo siguiente:

Primero, intenta ser algo, cualquier cosa, otra cosa. Una estrella de cine astronauta. Una estrella de cine misionero. Maestra de jardín de infancia estrella de cine. Presidente del mundo. Fracasa miserablemente. Es mejor si fracasas a una edad temprana --digamos, 14 años--. La desilusión crítica temprana es necesaria de modo que a los 15 años puedas escribir largas secuencias de haikus sobre el deseo frustrado. Una charca, una flor de cereza, el viento que golpea el ala de un gorrión rumbo a la montaña. Cuenta las sílabas. Muéstraselo a tu mamá. Ella es fuerte y práctica. Tiene un hijo en Vietnam y un marido que podría estar metido en un romance. Cree en vestirse de marrón porque oculta las manchas. Ella mirará brevemente tu texto y luego volteará a mirarte con la cara en blanco como una dona. Te dirá: ¿''Cómo te parece si mejor vacias el fregaplatos? Asume una mirada ausente. Lanza los tenedores dentro de la gaveta. Rompe accidentalmente unos vasos de regalo de la estación de gasolina. Éstos son el dolor y el sufrimiento requeridos. Esto es sólo para comenzar.

En la clase de inglés de la secundaria mira la cara del Sr. Killian. Decide que las caras son importantes. Escribe un villanelle sobre los poros. Lucha. Escribe un soneto. Cuenta las sílabas: 9, 10, 11, 13. Decide experimentar con la ficción. Ahí no tienes que contar sílabas. Escribe un cuento sobre un hombre y una mujer mayores que se disparan accidentalmente en la cabeza, el resultado de una inexplicable falla en el funcionamiento de una escopeta que aparece misteriosamente en su sala de estar una noche. Entrégaselo al Sr. Killian como proyecto final. Cuando te lo devuelve corregido, él ha escrito en un costado: ''algunas de tus imágenes son muy lindas, pero no tienes ningún sentido de la trama”. De regreso a tu casa, en la privacidad de tu propia habitación, garrapatea débilmente en lápiz debajo de sus comentarios con tinta negra: “Las tramas son para la gente muerta, cara de poro”.

Esta, por cierto, fue la conversación que ese post generó:
saludox.
lineas en blanco | Homepage | 24.05.2007 - 8:31 pm | #

igualex.
Coll, Rodrigo Coll | Homepage | 24.05.2007 - 9:59 pm | #

Esto es como para amarla. Maravillosos consejos. Subversivos.

Me recordó a un autor que acabo de leer (y no lo cito porque después vienen con que uno es un jalabola enfermo). Él rememoraba uno de sus primeros ejercicios de escritura: escribir Dios es un cerdo y llenar de garabatos el papel, rayarlo por completo, como para sellar la liturgia en el silencio egoísta de la creación.

No sé si sea algo manido, pero es que hay imágenes que a uno lo joden.

Saludos, agente coll, r...
elCapo | Homepage | 24.05.2007 - 10:32 pm | #

Por cierto, el link del cuento ahora nos lleva a una oligárquica página de log in. Nada que el caché revolucionario y socialista de google no pueda resolver
elCapo | Homepage | 24.05.2007 - 10:40 pm | #

gracias, Sr. Coll. recien oi a un tipo decir que el peo de internet es que no hay curadores. que hay demasiada informacion como para que sea util. que la curaduria es lo que va a ayudar a encontrar al proximo mozart que es quien nos va a inspirar a ser mejores.

no se si la curaduria salve al mundo, pero curadurias como esta son realmente de pinga y aunque el mundo se acabe igualito, lo que nos quede de tiempo lo pasaremos mejor.

un abrazo.
O. | Homepage | 25.05.2007 - 8:02 am | #

Capo: es verdad, la página del NYT opera por suscripción. No lo había pillado. De todos modos vale la pena hacerlo: es grautita y está llena de joyas como esta.

A la Moore, en efecto, lo que queda es amarla. Un abrazo.

O.: qué fino que ya tienes tu púmico blog.

Nunca lo había pensado como curaduría, pero es una imagen perfecta. Tiene, en el fondo, algo de elegante belleza ese asunto de dedicarse a algo así cuando, en el cielo, aparecen una que otra señal inequívoca del fin del mundo.

Un fuerte abrazo, panita.
Coll, Rodrigo Coll | Homepage | 25.05.2007 - 10:50 am | #

Una revelación, nunca había leído a esta mujer.
Siempre pensé que los que pretendíamos escribir éramos como los actores: un día sos María Antonieta y al otro un niño húngaro perdido en la estepa rusa...
Pore-face, me gustó eso!
Saludos por allí.
Ludmilla | Homepage | 25.05.2007 - 5:36 pm | #

Me gusta la idea del niño húngaro perdido en la estapa rusa, Ludmilla. A María Antonieta, en cambio, siempre la asocio con los métodos terapéuticos más invasivos para combatir el dolor de cabeza.

Hay que leer a la Moore, Ludmilla. Realmente.

Otro saludo de vuelta.
Coll, Rodrigo Coll | Homepage | 25.05.2007 - 11:47 pm | #

Lorrie Moore,How to Become a Writer Or, Have You Earned This Cliche?. En: Self-Help (1985).

Actualización
22.01.08


Un link directo a How to Become a Writer Or, Have You Earned This Cliche?

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Por P. E. Rodríguez/R.Coll, 2:00 p. m. | Enlaces | 17 comentarios |

Cuando la rebeldía es estúpida

viernes, enero 18, 2008

Vía google, descubro un post subido por SemLogBlog, un blog dedicado a recopilar las reflexiones de un seminario de lógica matemática en las universidades de los Andes y Nacional, en el año 2006, donde se lee lo siguiente:

Con Alf hablábamos hace un rato de los posts de Fernando Zalamea sobre la ausencia de puentes entre ideas en categorías y en teoría de modelos.

Dejando de lado la alergia impresionante a las categorías que hay entre la mayoría de modelo-teoristas, vale la pena pensar cuidadosamente en las preguntas de Fernando. La conversación con Alf fue muy interesante, y escribo algunos puntos que surgieron de ahí.


Esa conversación, hoy, está escrita en puntos supensivos.

Un instante antes, acabo de leer en The Art of Fiction la noticia de que una de las seis personas secuestradas esta semana por la guerrilla de las Farc, luego de liberar para el festín político del teniente coronel Hugo Chávez a dos secuestras de seis años es, precisamente, el profesor de la universidad de los Andes, Alf Onshuus.

Aquí se pueden ver algunas fotos suyas. En las fotos luce un tipo simpático. Es una tragedia pensar que su destino ahora está en manos de una banda de forajidos y dos presidentes fanáticos.

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Por P. E. Rodríguez/R.Coll, 12:02 a. m. | Enlaces | 0 comentarios |

La memoria de Adriano

domingo, enero 13, 2008

Así se lee el comienzo de País Portátil, a un día en que Adriano González León, su autor, comienza a alejarse cada vez más, por siempre:

La escalera cubre la cola del pájaro pintado. Se levantan las hojas. Se devuelven los tres muchachos a la salida del bar y suena un pito. Más allá van las caderas de las dos mujeres, las dos rayas, el movimiento en ondas verdes, ondas de tela verde: el movimiento que va de las nalgas al tacón

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Por P. E. Rodríguez/R.Coll, 8:47 p. m. | Enlaces | 0 comentarios |

Aurora Venturini



La literatura está llena de episodios divertidos. Es bastante probable que uno de los más recientes sea el que ocurrió con el concurso de Nueva Novela de Página/12.

El asunto ocurrió así: Página/12 convocó a su concurso que no gratuitamente se llama Nueva Novela, pues pretende apoyar la construcción de obras novedosas (en caso de que tal cosa sea posible, desde luego). Una vez leídas las obras, los jurados se quedaron prendados de una novela arriesgada, divertida, audaz. Abiertas las plicas, la ganadora resultó ser una jovencita de 85 años y una estampa que recuerda la estética de Austin Powers.

Su nombre es Aurora Venturini y, como se desprende de una de las entrevistas que ha tenido que conceder, se trata de una autora honestamente divertida. Como muestra, este botón de cultura general.

Pregunta la periodista:

–¿Sabe hacer molotovs?

–Sí, claro, si es muy fácil. Agarrás una botella, dejás un vacío, ponés el inflamable, la pila de estopa, una bochita, la prendés y la tirás.

–¿Y tiró muchas molotvs?

–Y, sí, bastantes, pero era muy joven (risas). Me recibí en Humanidades a los 24 años, así que no tenía ni 30 años (...)

Por su parte, Vila-Matas saca esta cita en un artículo escrito para El País:

Y poco más tarde, al terminar la entrevista, Aurora Venturini le decía a Liliana Viola:

-Fijate cómo ponés que yo digo de que en casa éramos todos retardados. Tengo algunas hermanas que viven todavía y que no piensan como yo.

En fin. Todo un episodio de honestidad que debería (o podría recordarnos) aquello que está más allá de la literatura.

Para terminar, aquí un pequeño fragmento de la novela:

Mi hermana dejó la escolaridad en tercer grado. No daba para más. En realidad no dábamos para más ninguna de las dos y yo dejé en sexto grado. Sí, aprendí a leer y escribir, esto último con faltas de ortografía, todo sin h, porque si no se pronuncia, ¿para qué serviría? Leía dislálicamente, dijo la psicóloga. Pero sugirió que ejercitándome mejoraría y me obligaba a los destrabalenguas como María Chucena su choza techaba y un leñador que por ahí pasaba le dijo María Chucena vos techás tu choza o techás la ajena yo no techo mi choza ni techo la ajena sólo techo la choza de María Chucena. Mamá observaba y cuando yo no destrababa me daba un punterazo en la cabeza. La psicóloga impidió la presencia de mamá durante María Chucena y destrabé mejor, porque cuando mamá estaba, por terminar bien pronto María Chucena me equivocaba temiendo el punterazo (...) Yo no quería comer en la mesa de Betina. Me asqueaba. Tomaba la sopa del plato, sin usar cuchara y tragaba los sólidos agarrándolos con las manos. Lloraba si yo insistía en alimentarla porque aquello de meterle la cuchara en cualquier orificio de la cara. A Betina le compraron una silla de almorzar que tenía una mesita adosada y en el asiento, un agujero para que defecara y pis. En mitad de las comidas le venían ganas. El olor me producía vómitos. Mamá me dijo que no me hiciera la delicada o me internaría en el cotolengo. Yo sabía qué era el cotolengo y desde entonces almorcé, diré, perfumada con el hedor a caca de mi hermana y la lluvia de pis. Cuando tiraba cuetes, la pellizcaba.

Texto Vía: Página/12
Imagen Vía: Moleskine Literario

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Por P. E. Rodríguez/R.Coll, 10:29 a. m. | Enlaces | 10 comentarios |

La gente ve cosas

jueves, enero 10, 2008



Está claro que una de las cosas divertidas de la vida, (entre las muchas cosas divertidas que la vida tiene), es parodiar el género de ciencia ficción y publicar esa parodia en el mismo circuito de los lectores de Ciencia Ficción, lectores que, dicho sea de paso, seguramente deben desviarse de la vieja máxima de superioridad propuesta por Borges ("a veces creo que los buenos lectores son cisnes aun más tenebrosos y singulares que los buenos autores..."), para convertirse más bien en unos palmípedos neuróticos e impresionables.

Pues resulta que ha sido justamente eso lo que ha hecho William Ford Gibson, uno de los escritores más destacados del género.

El cuento se titula El continuo Gernsback, en una clara alusión a Hugo Gernsback, de quien se dice fue un precursor de toda la movida. O quizá, simplemente, un marciano que se le escapó a J. J. Benítez.

Quizá el fragmento más apoteósico del relato de Gibson sea este:

—Claro que lo viste. Claro que lo viste. Has leído mis cosas. ¿No has entendido mi solución general para el problema de los ovnis? Es muy, muy sencilla: la gente —se colocó cuidadosamente las gafas sobre la nariz larga y ganchuda y me clavó su mejor mirada de basilisco— ve... cosas. La gente ve esas cosas. No hay nada, pero la gente ve esas cosas. No hay nada, pero la gente ve de todos modos. Quizá porque lo necesita. Has leído a Jung, y deberías saber de qué se trata... Tu caso es tan obvio: admites que pensabas en esa arquitectura chiflada, que fantaseabas... Mira, estoy seguro de que habrás probado tus drogas, ¿no es cierto? ¿Cuánta gente sobrevivió a los sesenta en California sin sufrir alguna que otra alucinación? Por ejemplo esas noches en que descubrías que ejércitos enteros de técnicos de Disney se habían ocupado de bordarte en los tejanos hologramas animados de jeroglíficos egipcios, o esos momentos en que...

—Pero no fue así.

—Claro que no. Claro que no fue así; ocurrió "en un marco de clara realidad", ¿no es cierto? Todo normal, y de pronto ahí está el monstruo, el mandala, el cigarro de neón. En tu caso, un gigantesco avión de novela de aventura. Sucede todo el tiempo. Ni siquiera estás loco. Eso lo sabes, ¿verdad? —sacó una cerveza de la maltratada nevera portátil de telgopor que tenía junto a la silla.

—La semana pasada estuve en Virginia. En el condado de Grayson. Entrevisté a una chica de dieciséis años que había sido atacada por una cabeza de oso.

—¿Una qué?

—Una cabeza de oso. La cabeza cortada de un oso. Pues esta cabeza, verás, flotaba por ahí en su propio platillo volador, que se parecía un poco a los tapacubos del Caddy antiguo del primo Wayne. Tenía ojos colorados y brillantes, como dos brasas de cigarro, y antenas telescópicas de cromo que se le abomban por detrás de las orejas —Mervyn eructó.


El texto continúa o, más precisamente: comienza aquí, y como es posible imaginar, no tiene desperdicios.


ACTUALIZACIÓN
23:08 PM

El mismo fragmento, pero en versión original gracias a la elegante cortesía del Prattermann Machine, co-patrocinador del proyecto "Tour del Whisky en las Highlanders":

"Of course you did. Of course you saw it. You've read my stuff; haven't you grasped my blanket solution to the UFO problem? It's simple, plain and country simple: people" he settled the glasses carefully on his long hawk nose and fixed me with his best basilisk glare see... things. People see these things. Nothing's there, but people see them anyway. Because they need to, probably. You've read Jung. you should know the score... In your case, it's so obvious: You admit you were thinking about this crackpot architecture, having fantasies... Look, I'm sure you've taken your share of drugs, right? How many people survived the Sixties in California without having the odd hallucination? All those nights when you discovered that whole armies of Disney technicians had been employed to weave animated holograms of Egyptian hieroglyphs into the fabric of your jeans, say, or the times when"

"But it wasn't like that." "Of course not. It wasn't like that at all; it was `in a setting of clear reality,' right? Everything normal, and then there's the monster, the mandala, the neon cigar. In your case, a giant Tom Swift airplane. It happens all the time. You aren't even crazy. You know that, don't you?" He fished a beer out of the battered foam cooler beside his deck chair.

"Last week I was in Virginia. Grayson County. I interviewed sixteen-year-old girl who'd been assaulted bya bar hade."

"A what?" "A bear head. The severed head of a bear. This bar hade, see, was floating around on its own little flying saucer, looked kind of like the hubcaps on cousin Wayne's vintage Caddy. Had red, glowing eyes like two cigar stubs and telescoping chrome antennas poking up behind its ears." He burped.

Gracias por los favores recibidos, Pratt.

Texto e imagen vía: Letrópolis

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Por P. E. Rodríguez/R.Coll, 9:15 p. m. | Enlaces | 8 comentarios |

Argonáuticas

domingo, enero 06, 2008



Argonáuticas regresa. Lo hace, hasta donde nos alcanza la fe, no sólo con un nuevo diseño, sino con un par de ideas un poco más logradas de lo que es o lo que puede ser este blog.

No esperamos descubrir una papeleta de agua tibia, pero después de un poco más de dos años jugando con esa primera etapa que ahora es Argonáuticas 1.0, hemos llegado a una conclusión dubitativa pero alentadora sobre el tipo de blogs que nos gustan. Es esta: lo mejor de los blogs vagamente literarios está en su capacidad de abrir puertas y propiciar conversaciones amigables en medio de una autopista submarina que día a día nos recarga con demasiada información como para poder ser procesada.

O lo que es lo mismo: los blogs comienzan a parecerse a una salvación cuando descubrimos en ellos la capacidad de contar con una conversación personal, al tiempo que abre oportunidades de cosas qué descubrir, de caminos por recorrer.

Es por eso que estas nuevas argonáuticas vienen con esta nueva estructura de contenidos: una barra de opciones en la que, además del archivo de post, se irán acumulando lugares por visitar, comentarios de nuestros lectores, imágenes, textos breves, colaboraciones... en realidad, todo aquello que vaya sobreviniendo en esa elegante forma de autobiografía que es el archivo personal de lecturas.

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Por P. E. Rodríguez/R.Coll, 8:39 p. m. | Enlaces | 4 comentarios |

Ardillas en la Biblioteca

jueves, enero 03, 2008

Un saludo de año nuevo a todos. Argonáuticas está de vuelta.

Como comentaba en el post anterior, escrito el 15 de Diciembre y actualizado ayer, tuvimos que lidiar con el error bX-rh26vj de blogger que nos sacó temporalmente de circulación. Eso, y la plácida desidia de unos días junto al mar Caribe sin conexión a internet.

Entre tanto, pasaron un montón de cosas por acá. Aquí está una de las más notorias: la arremetida de una pequeña ardilla punk en la biblioteca.



Modelo: La Niña Argonáutica
Título: Las Ardillas no son demasiado adictas a las novelas de Kundera
De la serie: Ardillas en la Biblioteca
Fotógrafo: El papá de la Niña Argonáutica

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Por P. E. Rodríguez/R.Coll, 11:50 a. m. | Enlaces | 3 comentarios |