La literatura, como se sabe, está en todas partes
martes, junio 09, 2009
Siempre me ha parecido que la web es, ni más ni menos, una representación punto a punto de esta otra realidad en la que vivimos (sea lo que sea lo que eso signifique). Allí están plasmadas nuestras tragedias, nuestros registros más ruines, pero también hay algo de nuestras más esperanzadoras imaginaciones, nuestros sueños, algo de eso que nos hace buenos.
Poco importanta que las mayores búsquedas de contenidos en internet correspondan a temas más bien taxativamente guarros y poco creativos. Lo mismo pasa, simétricamente, en nuestros pensamientos, en nuestros rituales domingueros a la hora del periódico, en la mente de Leopold y Molly Bloom en aquél remoto Dublin. En todo.
Es por eso que uno siempre termina por alegrarse cuando se encuentra con alguna bella sorpresa en ambos lugares, independientemente de las noticias anodidas, de las repeticiones del ruido. La sorpresa que le da sentido a esta historia es así: anoche, al llegar a casa después de un día agitado (it´s been a hard day´s night sonaba una y otra vez en unos audífonos imaginados), me encontré con que mi hija de dos años y medio dormía un sueño sereno, distante, vagamente mágico, derrumbada sobre su cuna con sábanas de princesas, con los brazos regordetes abiertos, el cabello despeinado, el gesto distendido de quienes visitan mundos lejanos y lo contemplan todo con fascinación y en silencio. Al mirarla, pensé en un poema del maestro Eugenio Montejo, pensé en un cuento que alguna vez yo mismo le escribí a ella, pensé en otros pensamientos que he tenido en otros momentos al verla abandonada en el estanque plácido del sueño. Fue, justo por eso, que al abrir mis correos y visitar mi cuenta de facebook, al filo de la media noche, terminé por escribir esta frase en el estatus sin saber muy bien por qué:
Hoy, durante el día, además de unos cuantos mensajes simpáticos de varios amigos repartidos por diferentes partes del mundo, me encuentro con esta belleza escrita por mi comadre Natalia Hernández, una de mis personas favoritas, tomando nota de lo dicho por esa otra persona favorita que es Sofía, su hija y mi ahijada. Natalia me escribe esto desde Alicante:
Esa historia (ese regalo), desde luego, termina por dibujarme una sonrisa que me ha durado el resto del día. La literatura está en todas partes, pienso, mientras siento que al mismo tiempo, algo hermoso ablanda si quiera un poco este objeto que cruje allá afuera, en la noche oscura, y que llamamos Caracas.
Poco importanta que las mayores búsquedas de contenidos en internet correspondan a temas más bien taxativamente guarros y poco creativos. Lo mismo pasa, simétricamente, en nuestros pensamientos, en nuestros rituales domingueros a la hora del periódico, en la mente de Leopold y Molly Bloom en aquél remoto Dublin. En todo.
Es por eso que uno siempre termina por alegrarse cuando se encuentra con alguna bella sorpresa en ambos lugares, independientemente de las noticias anodidas, de las repeticiones del ruido. La sorpresa que le da sentido a esta historia es así: anoche, al llegar a casa después de un día agitado (it´s been a hard day´s night sonaba una y otra vez en unos audífonos imaginados), me encontré con que mi hija de dos años y medio dormía un sueño sereno, distante, vagamente mágico, derrumbada sobre su cuna con sábanas de princesas, con los brazos regordetes abiertos, el cabello despeinado, el gesto distendido de quienes visitan mundos lejanos y lo contemplan todo con fascinación y en silencio. Al mirarla, pensé en un poema del maestro Eugenio Montejo, pensé en un cuento que alguna vez yo mismo le escribí a ella, pensé en otros pensamientos que he tenido en otros momentos al verla abandonada en el estanque plácido del sueño. Fue, justo por eso, que al abrir mis correos y visitar mi cuenta de facebook, al filo de la media noche, terminé por escribir esta frase en el estatus sin saber muy bien por qué:
mira a su hija dormir y se pregunta de qué imágines, de qué tramas estarán hechos los sueños de una niñita de dos años y medio
Hoy, durante el día, además de unos cuantos mensajes simpáticos de varios amigos repartidos por diferentes partes del mundo, me encuentro con esta belleza escrita por mi comadre Natalia Hernández, una de mis personas favoritas, tomando nota de lo dicho por esa otra persona favorita que es Sofía, su hija y mi ahijada. Natalia me escribe esto desde Alicante:
Tu ahijada, que lee tu mensaje mientras reviso mi correo, responde:
1.-"que va nadando por el fondo del mar y ve peces"
2.-"que va bailando por su casa con un flan (quesillo en España) en la cabeza"
Al menos ya sabemos cuales son las tramas de una niñita de 6 años y medio, jejejeje.
Esa historia (ese regalo), desde luego, termina por dibujarme una sonrisa que me ha durado el resto del día. La literatura está en todas partes, pienso, mientras siento que al mismo tiempo, algo hermoso ablanda si quiera un poco este objeto que cruje allá afuera, en la noche oscura, y que llamamos Caracas.
Etiquetas: La literatura está en todas partes
4 Comments:
commented by Kira Kariakin, junio 11, 2009 12:19 a. m.
Panita, qué lindo.
Para ponerlo al lado de aquella sentencia tuya, producto de un episodio con la aseguradora: "la literatura no sólo sirve para escribir cuentos".
--
Este post merece terminar el círculo completo y aparecer en FB.
Usa la opción de "Importar notas" (en la aplicación "Notas") para suscribir las notas de tu perfil a tu feed RSS, de forma que tus posts aparezcan automáticamente en FB cuando los escribas.
Para ponerlo al lado de aquella sentencia tuya, producto de un episodio con la aseguradora: "la literatura no sólo sirve para escribir cuentos".
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Este post merece terminar el círculo completo y aparecer en FB.
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Gracias, Kira. Siempre es un gusto tener tu visita por estos lados.
Es verdad. Hay bastante amor. Creo que eso ocurre por una especie de reacción automática ante la belleza de los personajes implicados.
Pratt: pana, la amistad es una emisora de radio de la locura que sólo puede ser sintonizada en ciertos receptores! Justo en estos días estaba recordando dónde estaría ese texto. En el fondo, mi primer cuento escrito con auténtico furor. Puestos a pensar, al cambio, eso me hizo ganar unos 4.000 euros. Casi casi el Rulfo de Radio France ;-)
Es verdad. Hay bastante amor. Creo que eso ocurre por una especie de reacción automática ante la belleza de los personajes implicados.
Pratt: pana, la amistad es una emisora de radio de la locura que sólo puede ser sintonizada en ciertos receptores! Justo en estos días estaba recordando dónde estaría ese texto. En el fondo, mi primer cuento escrito con auténtico furor. Puestos a pensar, al cambio, eso me hizo ganar unos 4.000 euros. Casi casi el Rulfo de Radio France ;-)
Pratt: i did it. Era super fácil importar el feed.
Gracias por el dato, mi pana. Eso se llama hacer patria!
Gracias por el dato, mi pana. Eso se llama hacer patria!
En esta crónica tuya, arropada en la red, hay además mucho amor...